Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella
Reflexión sobre la frase de Montesquieu:
Charles-Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu, fue un influyente filósofo y pensador político francés que vivió entre 1689 y 1755. Principal representante de la Ilustración francesa, es conocido por su profunda reflexión sobre las formas de gobierno y la separación de poderes.
Montesquieu afirmó: "Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella". Esta frase encierra una profunda visión sobre el liderazgo y el poder. Plantea que la verdadera grandeza no deriva de situarse por encima de los demás, sino de conectar con las personas y caminar junto a ellas.
El pensador apunta a un liderazgo basado en la empatía y la cercanía, no en la superioridad y la distancia. Un líder "grande" en el sentido amplio es aquel que escucha, motiva y sirve. No es quien controla, impone o agobia desde la altura. Quien se ubica "por encima" pierde contacto con las necesidades reales de su pueblo.
Para Montesquieu, esta orientación igualitaria cuestiona la visión tradicional de "grandeza" asociada al poder mundano. Plantea que el verdadero valor está en conectar con otros a un nivel humano profundo. Implica tener los pies en la tierra, no la cabeza en las nubes.
Llevar esta filosofía a la práctica requiere que los líderes se involucren en la realidad de sus seguidores. Tienen que salir de su zona de confort para conocer de primera mano las luchas cotidianas. Solo así generarán la empatía necesaria para tomar decisiones acertadas y servir desinteresadamente.
En síntesis, Montesquieu nos invita a replantear el liderazgo con humildad. La grandeza está en las pequeñas acciones que alivian el sufrimiento de otros, no en los pedestales mundanos. Es cultivar virtudes eternas, no glorias pasajeras. Su visión sigue inspirando un liderazgo centrado en el servicio compasivo hacia todos.